Arapaima o Pirarucú

El Pirarucú, llamado también Arapaima o Paiche, está considerado un fósil viviente (es decir, apenas ha experimentado evolución desde su aparición). Sus tres metros de longitud y su peso medio de 200 kilogramos (que puede llegar a doblar), hacen que sea uno de los mayores peces de agua dulce existentes. Entre sus características cabe resaltar que la cabeza posee un iridiscente color verde cobrizo, y resulta pequeña en relación con el cuerpo, azul verdoso oscuro en la zona dorsal y blanquecino en la ventral. Presenta escamas en la mitad trasera del cuerpo y aletas pequeñas, rematadas con tachones rojos y orientadas hacia atrás. La aleta caudal es oscura y redondeada. De color pardo y acero, el borde de las escamas es amarillo o rojizo como el achiote. La lengua es una porción ósea de 25 centímetros de largo y cinco centímetros de ancho, mientras que los dientes son filiformes. Dado el hábitat en el que vive, el Pirarucú absorbe poco oxígeno a través de las branquias, por eso necesita respirar aire atmosférico o boquear al menos una vez cada hora.

Ven a Faunia y contempla un auténtico fósil viviente. El Pirarucú o Arapaima te dejará absolutamente impresionado por su gran tamaño y majestuosidad.

La alimentación del Pirarucú consiste en otros peces, pero también incluye pequeños animales terrestres y aves, si se tercia.

Las grandes fluctuaciones del entorno marcan la adaptación de la reproducción de esta especie. Construye su nido en áreas arenosas entre febrero y abril, con el nivel del agua más bajo, y pone los huevos. Éstos se encuentran en un nido de unos 50 centímetros de anchura y 15 centímetros de profundidad, y eclosionan al comenzar las inundaciones. Uno de los progenitores, el macho probablemente, posee unos tubérculos blanquecinos en la cabeza que secretan una especie de leche que sirve de alimento para las crías en época de desarrollo.