Canguro rojo

Entre las principales características del Canguro rojo, destaca su pelaje rojo, así como una gran cola que le diferencia del resto de los canguros australianos. Es la misma cola que usa a modo de trípode para coger impulso, junto con las extremidades traseras y como si de una goma elástica se tratara, para realizar saltos superiores a los ocho metros. El Canguro rojo es de hábitos crepusculares, lo cual le facilita la adaptación al medio desértico, así como la búsqueda de agua entre vegetaciones aparentemente secas. Durante el día es típico ver ejemplares de estos largos marsupiales protegiéndose del calor y descansando en zonas umbrías, junto a árboles y arbustos. Se trata de grandes mamíferos, capaces de alcanzar el metro y medio de altura, con un peso medio de 85 kilogramos.

El Canguro rojo basa su alimentación en las hierbas y en las hojas de los árboles. Es herbívoro.

La reproducción del Canguro rojo es bastante peculiar. Habitualmente se organiza en grupos reducidos que van de dos a 10 individuos liderados por un macho dominante (el cual será quien se aparee con varias hembras). La cantidad de canguros en la manada depende de las lluvias (en época de sequía se reduce considerablemente). Es la lluvia la que influye también en la concepción de las hembras: éstas solamente darán a luz si ha llovido mucho. Los machos jóvenes se disputan a la hembra en celo por medio de una lucha ritual o boxeo en el que usan sus fuertes patas. El embarazo dura 33 días. La cría, inmadura todavía, se desplaza hacia el marsupio de la madre para completar su gestación. A los 190 días sale por fin al exterior, y se independiza pasado un año de vida.