Perrito de las praderas

Estos encantadores animales son los que muestran un comportamiento social más desarrollado, dentro de la familia de los roedores a la que pertenecen. Pequeños, de aspecto pesado y cola corta, están cubiertos por un pelaje marrón característico que se aclara considerablemente en la parte del vientre. El Perrito de las Praderas tiene una cabecita de orejas proporcionalmente pequeñas, un morro chato (para su condición de roedor), y ojos grandes que le permiten detectar a potenciales depredadores. Sus uñas, largas, le sirven para excavar las galerías en las que vive, donde no falta nada: hay letrinas, despensas, guarderías, dormitorios e incluso varias salidas de emergencia. El peso de estos mamíferos varía según la estación: en otoño, machos y hembras alcanzan el máximo peso (ellos son un 10-15% más pesados que ellas); en invierno, en cambio, adelgazan. A diferencia de otros parientes, estos perritos no hibernan. Originarios de Canadá, México y Estados Unidos, se distribuyen por las praderas de pastos cortos.

Herbívoros, estos animales se alimentan de plantas de pequeño tamaño (se trata de vegetales que les proveen del agua necesaria para sobrevivir).

El perrito de las praderas macho es polígamo, aunque sus parejas varían (puede tener de una a tres hembras). La época de reproducción, por lo general, tiene lugar una vez al año, en el primer trimestre. Las hembras, que alcanzan la madurez sexual a los tres años, son capaces de alumbrar una camada de tres a siete crías. Los bebés no abandonan la madriguera hasta pasados 45 días. Mientras tanto, y durante toda la época de apareamiento, el macho protege, agresivamente, el perímetro del hogar. Solamente se muestra así con otros individuos en este corto período.