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El Suricata es un animal africano que se agrupa en grandes redes subterráneas. Es un hábil excavador, capaz de crear múltiples entradas para unos espacios que solamente abandona durante el día. Las colonias de suricatas alcanzan los 40 individuos, cuya longitud media oscila entre los 25 y 35 centímetros (hay que añadir la cola, con alrededor de 20 centímetros más). Su color es gris, tostado o marrón con vetas plateadas, si bien se torna negro en la punta de la cola, así como alrededor de los ojos (a modo de antifaz, con algunas bandas negras en el lomo). El pelaje se densifica en el dorso, lo cual constituye una herramienta termorreguladora que le ayuda a acumular el calor solar y diurno, una de sus principales características. Este calor “almacenado” se va liberando progresivamente cuando descienden las temperaturas.
Seguro que estos animales te suenan de algo. ¡Correcto! Timon, el divertido personaje de “El rey león”, era un Suricata. Ven a Faunia y diviértete con ellos.
Los suricatas se alimentan, sobre todo, de insectos y arácnidos (escorpiones, especialmente). Tampoco se privan de comer pequeños mamíferos.
La Suricata hembra, una vez que cumple dos años de vida, ya es madura sexualmente. La crianza no es estacional: pueden reproducirse durante todo el año si las condiciones son favorables. Las hembras paren de media tres crías, después de 11 semanas de gestación, y pueden llegar a alumbrar tres camadas en un año. Los individuos no reproductores del grupo suelen cooperar en la crianza de los cachorros, lo cual aumenta las probabilidades de supervivencia.