Aves curiosas, por el aire y con los pies en la tierra

Apasionante y prácticamente inabarcable, el mundo de las aves siempre nos tiene reservada alguna nueva sorpresa. Coge papel y boli, porque a continuación te presentamos a algunas de las aves curiosas que podrás encontrar en Faunia.

Emú. No tendrás ninguna dificultad para ver a los emús en Faunia, ¡pero no mirando al cielo! Con sus 1,70 metros de altura y sus más de 60 kg de peso, el emú es el segundo ave más grande del mundo. Un animal que, sin embargo, y debido a sus alas atrofiadas, no es capaz de ejercer el vuelo. Durante la incubación, que dura unos 58-61 días, el macho se convierte en el responsable total de cuidar a las futuras crías, no abandonando el nido ni siquiera para alimentarse.

Ibis escarlata. Curioso caso el del ibis escarlata, que recibe su nombre gracias a su versión adulta. Y es que distinguirás a los más jóvenes de la familia por una apariencia muy distinta, de tonos marrones, cuyo fin es camuflarse de los posibles depredadores. Una vez se hacen mayores y han pasado los mayores peligros, la ibis escarlata adquiere un fastuoso color rosa. Les reconocerás por su pico alargado, más pesado y grande en los machos. Podrás encontrarlo en el Bosque africano.

Tucán toco. Uno de los símbolos de los bosques tropicales de Centroamérica y El Caribe gracias a su característico pico, inmenso y brillante, que puede llegar a medir unos 19 cm de largo. El tucán toco es además uno de los tucanes más grandes, alcanzando entre los 40 y los 60 cm. Un ave muy juguetón, especialmente en época de cría, y también bastante hábil. Les encontrarás saltando ágilmente de rama en rama en La Jugla.

Cisne negro. El colmo de la elegancia. Este precioso animal, procedente de Oceanía, llama poderosamente la atención por un sobrio color negro que cubre la casi totalidad de su cuerpo, exceptuando su pico rojizo. Además, no le sorprenderás cazando, pues como si de una extensión de su pacífica imagen se tratara el cisne negro se alimenta exclusivamente de plantas acuáticas.