El majestuoso ocelote, un cazador nocturno

Una curiosidad antes de comenzar. Si uno de los más renombrados genios de la pintura del siglo XX cayó rendido a sus pies... ¿qué más se puede decir de este bello animal? Dalí, con su habitual toque excéntrico, decidió adoptar un ocelote como animal de compañía. Algo desaconsejable que ha ocurrido más veces con otros gatos salvajes, y que de algún modo prueba la habitual adoración que el ser humano tiene por este hermoso y pequeño felino nocturno.

Pero como también ha ocurrido con otros animales que podrás ver en Faunia, caso por ejemplo de las chinchillas, los ocelotes han terminado sufriendo debido a su bello manto, siendo frecuente objeto de deseo de los peleteros. Un tema que hay que tomar muy en serio, ya que en la actualidad este mamífero procedente de América del Sur se encuentra en peligro de extinción.

El ocelote le debe su nombre al legendario pueblo de los aztecas, que en la extinta lengua Nahuatl le conocían como “ocelotl”. Hábil cazador, la dieta del ocelote es bastante variada, alimentándose de monos, zarigüeyas, murciélagos o reptiles y siendo capaz de cazar aves y de pescar. Un montón de cualidades que puede desarrollar ayudándose de sus grandes orejas y su poderoso oído. Es más, también cuenta con unos estupendos ojos, de los que destaca principalmente su fantástica adaptación a los cambios de luminosidad.

En comparación con sus familiares, es considerado un felino de tamaño mediano. Puede llegar a medir entre 55 cm y un metro, sin contar con una cola que en ocasiones alcanza los 45 cm y que curiosamente le sirve para mantenerse en equilibrio. ¿Le has visitado ya en Faunia? Como sabes, el ocelote es de hábitos nocturnos, por lo que seguramente habrás adivinado dónde encontrarle... No pierdas la ocasión de observar de cerca a este asombroso animal en la zona Sombras silenciosas.