El varano de la sabana, un animal de lo más versátil

El varano de la sabana es un curioso reptil. Aunque vive en África, la primera persona que descubrió y registró a este animal fue el investigador francés Louis Bosc. Por eso, en Europa se le ha conocido con el nombre de varano de Bosc. ¿Lo quieres conocer mejor?

Si algo caracteriza al varano de la sabana es su robustez. Sus fuertes patas le sirven para escalar o excavar el suelo y posee una piel dura que le sirve como método de defensa contra posibles agresiones. Vive en madrigueras que construye él mismo, pero también es capaz de ocupar otras que hayan quedado deshabitadas. Como es capaz de trepar a los árboles, también puede vérsele en los agujeros que se forman en los troncos. Suele medir alrededor de los 100 centímetros de longitud, pero es posible encontrar ejemplares que superen el metro y medio.

El varano de la sabana mantiene una dieta carnívora en la que se incluyen, sobre todo, moluscos e invertebrados. Ciempiés, escorpiones, escarabajos, algunos anfibios, pequeños mamíferos y pájaros forman el grueso de la alimentación de estos reptiles, que suelen alimentarse en mayor cantidad en las épocas de lluvias.

Pero, ¿tiene enemigos el varano de la sabana? Los animales más peligrosos para ellos son las serpientes y grandes pájaros, así que el varano se protege de distintas maneras. Para empezar, dispone de un sistema de camuflaje para pasar desapercibido. Cuando se siente amenazado, suele intentar escapar en lugar de arriesgarse a pelear, e incluso puede llegar a hacerse el muerto. Sin embargo, si las cosas se ponen verdaderamente feas, este reptil no duda en golpear a su atacante con la cola o se defiende a mordiscos. Como última defensa, cuando un depredador intenta comérselo, puede morderse una de sus propias piernas para formar un círculo con su cuerpo, ¡así no hay forma de tragárselo!