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Los animales que habitan las aguas del planeta son, por lo general, pacíficos y asustadizos, aunque también los hay realmente voraces. ¿O acaso no has visto la película de Tiburón? Te contamos cuáles son las cuatro especies de peces carnívoros más peligrosos para el ser humano. Si crees que hay alguno cerca... ¡ni se te ocurra meterte al agua!
Piraña: La piraña es, posiblemente, el carnívoro más peligroso de agua dulce. Se encuentra sobre todo en los ríos de Sudamérica, y no suele atacar a menos que se sienta amenazado o detecte el olor de la sangre. Con tan solo 15 centímetros, la mordida de estos peces, que suelen atacar en grupo, desgarra la piel de sus víctimas, pudiendo llegar a la muerte por desangramiento.
Barracuda: este pez habita en aguas profundas por lo que no suele ser problema para los bañistas pero, por el contrario, es la pesadilla de los submarinistas: las barracudas atacan con velocidad sorprendente que les ha valido el nombre de "tigre de los mares". Aunque tienen mandíbulas poderosas, normalmente aturden primero a la presa con sus potentes embestidas, ya que, en ataque, este animal llega a alcanzar los 90km/h.
Tiburón toro: a pesar de que este tiburón no es de los más peligrosos en mar abierto, donde suelen ser pacíficos, pueden provocar más de un susto cuando se encuentran donde uno menos espera encontrar un escualo: ¡en agua dulce! Esta especie remonta los ríos para poner sus huevos, y es ahí donde suele ser agresivo con los seres humanos.
Tiburón blanco: Este animal alcanzó la fama mundial al protagonizar la película de Steven Spielberg Tiburón que, tras su estreno, provocó incluso que descendiera el número de bañistas en las playas norteamericanas. Es, sin duda, un animal temible: mide cerca de 5 metros, se mueve con rapidez y su mandíbula tiene una fuerza superior a las 12 toneladas.