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Chinche asesino es el nombre que se le da a un insecto de cuerpo negro, patas amarillas y unos puntos blancos característicos en las alas (presentes en los adultos). Los machos son ligeramente más grandes que las hembras, y alcanzan los 35 milímetros de longitud. Utilizan la larga trompa para inyectar su saliva, que contiene una serie de enzimas capaces de licuar las partes blandas de la presa, y después la absorben (en lo que se conoce como “digestión externa”). Las patas están cubiertas de pelo que usan para fijarse a las superficies cuando trepan, así como para asir firmemente a la presa que van a comerse, incluso aunque sea más grande que ellos. Su esperanza de vida está en torno a los dos años. Si se sienten amenazados, lanzan un líquido defensivo por la trompa.
Aunque no lo parezca este animalito puede llegar a ser realmente peligroso. Pásate por el pabellón Veneno de Faunia y aprende más sobre el chinche asesino.
Son carnívoros y se alimentan de cucarachas, grillos, escarabajos, moscas, orugas y algún vertebrado pequeño. Pueden mostrar, también, conductas caníbales.
Su reproducción es sexual, aunque también pueden procrear a través de la partenogénesis. Ponen huevos que la hembra entierra en el suelo. Las larvas salen, y a veces se recubren con hojas o restos orgánicos de las presas muertas, con el fin de pasar inadvertidas. Tardan entre seis y nueve meses en hacerse adultas, y mudan por primera vez a las dos semanas de vida.