Medusa

La Medusa tiene forma de sombrilla, es su principal característica. Morfología de quitasol aplanado que cuenta con cuatro brazos orales, no demasiado largos; éstos constan a su vez de numerosos tentáculos que rodean todo el borde. Blanquecina y translúcida, presenta cuatro estructuras redondeadas de color amarronado que se ven en el interior de la cavidad gastrovascular (y que no son otra cosa que sus gónadas u órganos reproductores). También son visibles los canales radiales que salen de la cavidad y se ramifican, llegando al borde de la sombrilla. Las medusas tienen un tamaño que oscila entre los cinco y 40 centímetros de diámetro. Se las puede contemplar nadando solas o en grupo, contrayendo su cuerpo con ondulaciones regulares. Tanto en alta mar como en las inmediaciones de la costa.

Los alimentos principales de las medusas son pequeños organismos planctónicos: moluscos, crustáceos, larvas de tunicados, copépodos, rotíferos, nemátodos, poliquetos jóvenes, protozoos, diatomeas... Así como los huevos de todos ellos forman también parte de su alimentación.

La reproducción de las medusas tiene lugar, principalmente, entre las estaciones de primavera y verano. Del huevo se libera una larva llamada plánula pelágica, con forma de pera y completamente ciliada. Una vez que encuentra un sustrato apropiado, esta larva se fija y procede a su transformación en pólipo asexual; los pólipos crean medusas sexuadas que cierran el ciclo.