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Seguro que más de una vez has visto imágenes del Clamidosaurio corriendo como un loco. Pues ahora tienes la oportunidad de verlo en directo. ¡Ven a Faunia!
Llamado también Clamidosaurio de King o Lagarto con chorreras, el Clamidosaurio es una especie de reptil del sur de Nueva Guinea. Entre las características más curiosas de este animal está, principalmente, esa especie de collar de largas espinas de cartílago que abre cuando se siente amenazado. Se trata de una porción de piel que descansa detrás de su cabeza y sobre su lomo.
El color de la piel de este animal es variado, va del rojo vivo al gris. Se adapta perfectamente a las condiciones ambientales, y actúa en función de ellas: así, durante la estación seca permanece casi inactivo (su metabolismo disminuye y eso hace que no tenga prácticamente necesidad de comer). Por contra, en épocas lluviosas pasa más tiempo buscando alimento. De hecho, es un excelente cazador y tiene un sentido de la vista muy desarrollado. Estos reptiles aprovechan los constantes incendios en el norte australiano para conseguir comida, aunque muchos de ellos mueran quemados. Ante una amenaza, el proceso que sigue es el siguiente: recurre al camuflaje, se levanta sobre sus patas posteriores, emite un silbido, abre la boca y eleva el collar, mientras corre a atacar a su enemigo.
Los machos son bastante más grandes que las hembras y pueden alcanzar los 80 centímetros de largo.
La alimentación de este fascinante animal se compone, básicamente, de insectos y pequeños invertebrados.
Septiembre y octubre son los meses de la reproducción del Clamidosaurio. Su famoso collar juega un papel importante en el cortejo, cuando lo despliega para atraer a la hembra, en una especie de danza en la que emite un sonido muy melodioso. La cría se produce en un pozo cavado en la arena, bajo el sol. La hembra junta allí hojas secas y pone entre ocho y 20 huevos que eclosionan entre diciembre y enero (a los tres meses de la puesta, aproximadamente).