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El Pingüino Adelia es, junto con el Pingüino Emperador, una de las dos únicas especies de pingüinos que viven en el continente antártico como tal. Conocido también como Pájaro Bobo de Adelia o Pingüino de Ojo Blanco, puede pesar alrededor de cuatro kilogramos. Entre sus características morfológicas más destacables están las plumas de la base del pico y el anillo circular blanco que rodea el ojo. Los individuos femeninos alcanzan la edad adulta a los cinco años, mientras que los machos maduran a los seis o siete años de nacer. A mediados de marzo comienza la muda: es en este período cuando se ven obligados a salir del agua puesto que, al carecer de plumaje, pierden su protección frente al frío polar. Tampoco comen entonces, ya que no tienen peces a su alcance (de ahí que bajen de peso drásticamente). Durante el invierno permanecen en el mar, agrupados en icebergs, buceando a unas profundidades que pueden llegar a los 100 metros de promedio (se ha documentado algún caso en el que un ejemplar ha alcanzado los 170 metros). Es capaz de permanecer bajo el agua entre 30 y 45 segundos.
La alimentación del Pingüino Adelia se basa en peces y crustáceos.
Octubre es el mes en el que se reproducen. Los machos llaman a las hembras con un ruido gutural de escasa intensidad, seguido de un fuerte llanto. Ella pone, por lo general, dos huevos de color pardo o verde, y comienza la incubación, en la que padre y madre se alternan (esto ocurre en diciembre, el mes más cálido de la Antártida, con una temperatura de -2ºC, aproximadamente). Mientras uno va a buscar comida, el otro se queda incubando los huevos. Posteriormente regresan al mar junto con las crías. Aunque sus principales depredadores (sobre todo de huevos y polluelos) son el págalo y el leopardo marino, hubo una temporada en la que la mortalidad infantil se debía al abandono de los nidos por parte de los progenitores.