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La Tortuga Rusa se distribuye por el sudeste de Rusia, así como por el este de Irán y noroeste de Pakistán y Afganistán. Estas tortugas orientales poseen un caparazón de contorno redondeado u ovalado de unos 15 o 20 centímetros de largo. Su color es variable y va del canela al verde-amarillo, pasando por tonos aceituna (normalmente con marcas negras o marrones en las placas más grandes). En el centro de su cuerpo se concentra una zona gris oscura que puede aclararse conforme se acerca a los márgenes; el plastrón es de color negro. En cuanto a la punta de la cola, se presenta dura y huesuda, así como más larga (si se trata de un macho). Una de las características de las hembras de esta especie es que son más grandes y pesadas que los individuos masculinos. En libertad, la Tortuga Rusa se dedica a excavar madrigueras que comprenden los 80 y 200 centímetros de longitud, rematadas en una amplia cámara donde puede darse la vuelta. Cuando se trata de un lugar propicio pueden llegar a existir varias madrigueras juntas (es más, algunos ejemplares visitan hogares adyacentes e incluso son capaces de pasar la noche en cámaras ajenas).
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La Tortuga Rusa es herbívora. Su alimentación se compone de vegetación herbácea y suculenta: hierbas verdes y secas, ramitas, flores, fruta, hojas carnosas y tallos de plantas silvestres y cultivadas.
La reproducción empieza con un cortejo en el que el macho mordisquea las patas de la hembra y la embiste con su caparazón, dándole fuertes golpes. Posteriormente, en el caso de que ella se deje, la monta mientras emite unos chillidos. Cuando llega mayo o junio, la hembra de esta especie deposita los huevos, de dos a seis, en un nido que ha fabricado previamente, excavando en la tierra un agujero con sus patas traseras. En una misma estación, esta tortuga es capaz de realizar dos o tres puestas más. Los huevos tienen un período de incubación en estado salvaje que va de 80 a 110 días. La temperatura ambiental marcará el sexo de las crías, que nacen en agosto o septiembre. A veces, nada más nacer empiezan a hibernar en el nido y se quedan sin salir hasta la primavera siguiente.